Cómo lidiar con el acné adulto
El acné puede hacer la vida imposible tanto a adolescentes como a adultos. Afortunadamente, la ayuda está al alcance de la mano con antioxidantes como el glutatión y la vitamina C.
El acné afecta a más de 40 millones de personas en los países desarrollados y sigue siendo un problema común de la piel incluso después de la adolescencia.
Su frecuencia ha aumentado, particularmente entre las mujeres adultas, y más de la mitad de las que se ven afectadas tienen más de 25 años de edad. Las dos formas más comunes de acné son:
- Acné común, que aparece en forma de espinillas negras (comedones), espinillas blancas (pústulas) y áreas inflamadas (pápulas). Esto típicamente aparece en la pubertad.
- Acné conglobata, una forma más intensa, con formación profunda de quistes y posterior cicatrización. Suele aparece en una etapa posterior a la pubertad.
Ambas son afecciones inflamatorias que ocurren en las glándulas sebáceas de la piel. Estas producen una mezcla de aceites y ceras denominada sebo que está controlada por las hormonas sexuales masculinas y femeninas.
Las hormonas sexuales masculinas aumentan el tamaño de las glándulas sebáceas y la cantidad de sebo producido, mientras que las hormonas femeninas tienen el efecto opuesto. Las hormonas masculinas también están involucradas en la producción de queratina en los folículos.
Causas
Las causas del acné son multifactoriales. Si bien a menudo se piensa que la aparición del acné depende de la producción de hormonas masculinas, algunos estudios indican que puede deberse a una mayor actividad de una enzima llamada dihidrotestosterona, que convierte la hormona masculina en una forma más activa.
La gravedad y la progresión de esta afección se ven afectadas por una interacción compleja entre las hormonas, el sebo, la producción de queratina y las bacterias.
Una sobreproducción de queratina en las células del folículo puede provocar un bloqueo, lo que eventualmente puede conducir a la formación de una espinilla blanca o negra. La inflamación rodea el área, debido a un crecimiento excesivo de bacterias dentro de las glándulas sebáceas.
La prevalencia sorprendentemente alta de acné en adultos puede estar relacionada con el tratamiento con antibióticos, que puede provocar un crecimiento excesivo de bacterias no saludables. Se cree que otro factor potencial es el uso de anticonceptivos orales o cosméticos.
Más recientemente, las evidencias sugieren que la dieta occidental puede desempeñar un papel en el desarrollo del acné. El acné no se encuentra en poblaciones que consumen una dieta paleolítica que excluye la leche y los productos lácteos y también tiene una baja carga glucémica.
Los investigadores han descubierto que la leche activa los mecanismos de señalización en el organismo que afectan a los niveles de insulina. Esto puede contribuir a la resistencia a la insulina de la misma manera que lo hace una dieta rica en glucosa.
Se sabe que el consumo de muchos alimentos azucarados altamente procesados a largo plazo reduce la sensibilidad a la insulina. Muchos síndromes asociados al acné, como los ovarios poliquísticos, están relacionados con la resistencia a la insulina.
Seguir una dieta baja en glucosa procedente de productos lácteos tiene el potencial de mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir la gravedad del acné. Varios ensayos han mostrado resultados positivos en personas que sufren acné con dietas bajas en glucosa. Los participantes en los ensayos comunicaron una reducción significativa en el tamaño de sus glándulas sebáceas y una disminución de la inflamación.
Factores contribuyentes
El acné adulto puede verse agravado por el estrés y una dieta deficiente. Además, la eliminación deficiente de toxinas debido al estreñimiento y un hígado lento puede aumentar los síntomas del acné. Asimismo, la vida moderna expone la piel a altos niveles de estrés oxidativo que pueden conducir a la inflamación.
Los principales culpables son las especies reactivas de oxígeno (ERO), compuestos dañinos generados por fuentes internas y externas. Las investigaciones han demostrado que los pacientes con acné inflamatorio producían un 43 % más de ERO. Este porcentaje fue significativamente superior que en sujetos sanos.
Las conclusiones finales son:
Seguir una dieta baja en glucosa, reducir la inflamación, eliminar los productos lácteos, eliminar las toxinas, equilibrar las hormonas y reducir el estrés. Aquí le mostramos cómo:
Reducir la inflamación
Los ácidos grasos esenciales omega 3 tienen propiedades antiinflamatorias; así que, coma regularmente pescado azul como el salmón y la caballa, además de nueces y semillas.
El zincdesempeña un papel importante en la reducción de la respuesta inflamatoria y ayuda a la cicatrización de heridas. Los estudios han demostrado que las personas que sufren acné tienden a tener bajos niveles de zinc. Introduzca alimentos ricos en zinc: semillas de calabaza, aves de corral, pescado, alubias y granos integrales.
Evite los alimentos proinflamatorios que elevan el azúcar en la sangre
- Alimentos azucarados y altamente procesados, es decir, pasteles, dulces, galletas, patatas fritas, chocolate, helados y bollería.
- Alcohol, bebidas con cafeína, grasas saturadas de origen animal, es decir, carne roja, queso, crema, leche.
Fomentar las deposiciones regulares
Esto ayudará a eliminar toxinas. Elija alimentos con alto contenido en fibra:
- arroz integral
- trigo sarraceno
- quinoa
- lentejas
- avena
- alubias
- cebada
- frutos secos y semillas
- verdura
Estos tipos de alimentos también tienen un índice glucémico bajo que debería mantener niveles normales de azúcar en la sangre, ayudando a controlar la secreción de insulina.
Equilibrar las hormonas
Introduzca alimentos ricos en fitoestrógenos de origen vegetal en la dieta como la soja, el tempeh, las semillas de lino, las legumbres, el fenogreco y el tofu.
Eliminar toxinas
Haga limpieza en su dieta y dele un descanso a su hígado reduciendo toxinas potenciales. Los principales culpables son el alcohol, el tabaco y las drogas, así como las toxinas ambientales, como los plásticos, los pesticidas y los productos químicos domésticos.
Sea selectivo con los suplementos
¡Los suplementos liposomales de alta absorción garantizan unos resultados óptimos!
Vitamina C
Los estudios han identificado que las personas con acné tienen niveles significativamente más bajos de antioxidantes en la sangre. En particular, se descubrió que la vitamina C es hasta un 40 % más baja en las personas con acné que en sus homólogos sanos.
La vitamina C inhibe los compuestos proinflamatorios en el organismo, por lo que es ideal para su uso en afecciones inflamatorias como el acné. De acuerdo con las primeras observaciones clínicas, la suplementación con entre 800 mg y 3 g de vitamina C al día mostró una clara mejora en los síntomas del acné.
Glutatión
El organismo se basa en este poderoso antioxidante para eliminar los compuestos tóxicos que crean inflamación. Bajo la carga constante del estrés oxidativo, particularmente en las formas intensas de acné, el glutatión se agota rápidamente.
Las investigaciones han verificado que la actividad de las enzimas glutatión que integran los sistemas de defensa antioxidante está significativamente reducida en pacientes con acné en comparación con los sujetos sanos.
Un estudio publicado en el Journal of cosmetic Dermatology demostró los beneficios de aumentar los niveles de glutatión en la reducción de las lesiones de acné. Tras ocho semanas, en comparación con aquellos que recibieron placebo, las personas que padecen acné descubrieron que sus síntomas habían mejorado en un 53%.
Reducir el estrés
Haga ejercicio a diario, duerma bien y pruebe prácticas de relajación como el yoga, la meditación o el Tai Chi.
Jacqueline Newson BSc (Hons) Terapia Nutricional
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