Salud cardiaca: colesterol, estatinas y vitamina C
Dr. Levy, doctor en Medicina
¿El colesterol elevado es un problema? En una palabra: sí. Los niveles elevados de colesterol estimulan el crecimiento de placas obstructivas en las arterias coronarias, y cuanto más altos son los niveles de colesterol, más rápido es el crecimiento de las placas, lo que aumenta las posibilidades de sufrir un ataque cardíaco.
Los niveles de colesterol aumentan porque el colesterol es uno de los mecanismos naturales del cuerpo para defenderse de una amplia variedad de toxinas. Cuantas más toxinas hay, más aumenta el colesterol para bloquear el incremento del estrés oxidativo causado por esas toxinas. Pero los niveles de colesterol no deben bajar sin que disminuya también la cantidad de toxinas. Identifique el origen de las toxinas y elimínelas (toxicidad dental y digestiva).
Las estatinas y el riesgo de cáncer
Un estudio de 2013 reveló que el uso prolongado de estatinas está relacionado con un aumento del riesgo de dos tipos diferentes de cáncer de mama. Múltiples estudios han demostrado, de manera concluyente, que el riesgo de cáncer aumenta a medida que disminuye el colesterol, ya sea debido a medicamentos o a una restricción severa del colesterol en la dieta.
La relación con el azúcar
El azúcar (carbohidratos) provoca aumento de peso, y el aumento constante de la ingesta de azúcar y carbohidratos impulsa el incremento de la aterosclerosis. Esta es la causa principal de las anomalías en las grasas de la sangre (colesterol, lípidos) que se sabe que ayudan al crecimiento de las placas obstructivas de las arterias coronarias a lo largo del tiempo. Los carbohidratos, por otro lado, aumentan el nivel de azúcar en la sangre. Después, se producen subidas de insulina que provocan que la persona quiera ingerir más carbohidratos, los cuales influyen en que el metabolismo de la glucosa no sea el adecuado, lo que tiene efectos secundarios, provoca que el individuo tenga hambre y coma en exceso de forma crónica.
¿Y las grasas?
Las grasas tienden a facilitar la pérdida de peso o a mantenerlo. El aumento de la ingesta de grasas en la dieta también suprime el hambre de forma natural. Hay multitud de datos científicos que respaldan los beneficios de una dieta con alto contenido de grasa y bajo contenido de carbohidratos. Una investigación sueca de dos años de duración revisó 16.000 estudios publicados hasta el 31 de mayo de 2013. Se descubrió que la mantequilla, el aceite de oliva, la nata y el beicon no son alimentos dañinos. Todo lo contrario. La grasa es lo mejor para las personas que quieren perder peso. Y no hay relación entre un alto consumo de grasa y las enfermedades cardiovasculares. Como resultado de este estudio, Suecia se ha convertido en la primera nación occidental en adoptar pautas que apoyan una dieta alta en grasa y baja en carbohidratos para su población. De hecho, una gran mayoría de suecos ya sigue una dieta de este tipo, y solo alrededor del 14 % de su población puede clasificarse como obesa, en comparación, por ejemplo, con el 33 % de Estados Unidos.
Vitamina C para la salud de las arterias
Eliminar las toxinas, reducir el azúcar y cambiar a una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos son buenas estrategias para reducir el riesgo de aumentar de peso y la obesidad, lo que tiene un efecto positivo en la salud cardiaca. Después, es recomendable tomar un antioxidante para ayudar a neutralizar cualquier toxina que aún esté presente (dosis de multigramo de vitamina C, en forma de liposomas encapsulados, diariamente, junto con varios antioxidantes de la mejor calidad).
Nota: Este artículo ha sido elaborado y editado por Food Scientist Susie Debice usando extractos del artículo Cardiologist speaks truth about cholesterol and statins del
Dr. Levy, doctor en medicina.
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