¿Por qué el embarazo y la menopausia provocan caída del cabello?
Como muchas de las cosas constantes en la vida, damos por sentado nuestro cabello, grueso o fino, rizado o liso, siempre está ahí y en general necesita muy poca atención. Al menos nada que una visita frecuente a la peluquería no pueda resolver.
Sin embargo, no se puede dar por sentada una buena cabellera a lo largo de todas las etapas de la vida y cualquier pérdida repentina o extrema puede causar angustia emocional y ansiedad significativas. Identificar la causa subyacente de la caída del cabello puede ayudar a prevenir que suceda y también puede proporcionarle opciones para controlar una afección existente. Con unos cuantos cambios en el estilo de vida y algunos nutrientes cuidadosamente seleccionados, puede esperar un cabello fuerte y saludable.
El ciclo del crecimiento capilar
El cabello crece a partir de un folículo y se forma desde células similares a las de la piel, que se componen, principalmente, de la proteína queratina. Los capilares sanguíneos que rodean cada folículo transportan los nutrientes necesarios para la reproducción y el crecimiento de las células capilares. El pelo crece en tres fases denominadas anágena, catágena y telógena:
Anágena: es la etapa de crecimiento y puede durar de semanas a años.
Catágena: las células capilares mueren.
Telógeno: es la etapa de reposo, cuando el cabello se cae y dura de uno a tres meses.
Continuamente se pierden pequeñas cantidades de folículos pilosos y, de media, se pierden unos 90 pelos al día. La salud del cabello depende de la circulación hasta la raíz y la cantidad de nutrientes y hormonas presentes en la sangre. También es sumamente importante que haya una cantidad suficiente de proteínas en la dieta por lo que respecta a la fuerza y elasticidad del cabello. Por lo tanto, una mala nutrición y circulación pueden conducir a un crecimiento y un estado precarios del cabello, mientras que un aumento en el flujo de sangre hacia esta zona puede mejorar su crecimiento.
¿Por qué ocurre la caída del cabello?
La alopecia es el término médico para la caída del cabello y es sorprendentemente común. De media, alrededor del 70 % de las mujeres mayores de 70 años experimentan calvicie de patrón femenino, que se cree que se hereda1. Puede haber varios factores que contribuyen a la caída del cabello, aunque a veces no hay una causa obvia. A menudo se debe a una de las siguientes:
Deficiencias nutricionales
El cuero cabelludo tiene una renovación muy alta de las células del folículo piloso, que requiere un suministro constante de nutrientes y energía. La falta de calorías o una carencia de proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales puede conducir a la pérdida del cabello y a anomalías estructurales. Además de esto, también se ha demostrado que los desequilibrios en la flora intestinal, la sensibilidad al gluten y la enfermedad celíaca2 provocan la caída del cabello.
Envejecimiento
Cada folículo solo tiene un número limitado de ciclos. Después de los cuarenta años, el crecimiento del cabello se ralentiza y no se renueva tan rápido como se desprende. Esto se traduce en un adelgazamiento y, para algunos, en un grado de calvicie o alopecia que se produce en ambos sexos, aunque mucho menos dramáticamente en las mujeres.
Tratamientos médicos, fármacos y uso de productos químicos
La caída del cabello es un efecto secundario bien conocido de los tratamientos contra el cáncer que incluyen quimioterapia. Efectos secundarios de algunos medicamentos causan pérdida del cabello. Productos químicos utilizados para teñir, hacer permanentes o alisar el cabello pueden causar daños y debilitar el cabello.
Estrés y trauma físico o emocional
Fiebres, hemorragias, enfermedades graves, tumores, alcoholismo y estrés pueden contribuir a la caída del cabello. Se cree que un estrés significativo empuja a un gran número de folículos pilosos a la fase telógena (de reposo), por lo que el pelo puede caerse repentinamente al lavarlo o cepillarlo. Esta pérdida de cabello no es necesariamente permanente si puede encontrar formas de controlar sus niveles de estrés.
Desequilibrios hormonales
Un desequilibrio en las hormonas masculinas llamado «andrógenos» está relacionado con el adelgazamiento del cabello y ocurre tanto en hombres como en mujeres. Mala función de la tiroides, así como cambios hormonales después del embarazo y durante la menopausia pueden causar pérdida de cabello. En las mujeres, la caída del cabello es más frecuente después de la menopausia, lo que probablemente se deba a cambios hormonales, ya que el folículo del cabello humano tiene una sensibilidad única a las hormonas3.
Se sabe perfectamente que la función tiroidea baja puede provocar la caída del cabello, no solo en la cabeza sino en todo el cuerpo4. La hormona tiroidea es esencial para el desarrollo y mantenimiento del folículo piloso, por lo que si está desequilibrada, puede provocar caída del cabello. Según estudios científicos, las hormonas tiroideas alteran directamente las funciones del folículo del cabello humano. Lo hacen prolongando los efectos del anágeno (la etapa de crecimiento) y estimulando la proliferación del cabello, además de alterar la pigmentación del cabello5.
Después del parto
Durante el embarazo, muchas mujeres afirman que su cabello está grueso y brillante, lo cual se debe a cambios hormonales que aumentan la cantidad de folículos pilosos en la fase anágena durante períodos más prolongados. Los folículos pilosos regresan a la fase telógena (desprendimiento) entre los 3 y 6 meses posteriores al parto con una caída repentina de los niveles hormonales6. Esto da como resultado una pérdida de cabello acelerada, por lo que es bastante común que las mujeres pierdan más cabello de lo habitual hasta tres meses después del parto. Puede ser bastante alarmante, pero a medida que los niveles hormonales se vuelven a equilibrar gradualmente, el crecimiento del cabello vuelve a la normalidad.
Prevención de la caída del cabello
Está claro que hay muchos factores dietéticos y de estilo de vida a tener en cuenta al crear una estrategia de prevención de la caída del cabello. En general, una combinación de nutrición óptima, reducción del estrés y corrección de los desequilibrios hormonales subyacentes ha demostrado ser la solución más eficaz para la caída del cabello. ¡El masaje estimulante frecuente del cuero cabelludo también ayuda!
Toda la información que necesita para un cabello fuerte y saludable se encuentra en estas tres pautas importantes:
1. Alimente su cabello desde dentro
El cuerpo considera que el cabello no es esencial, por lo que a menudo es lo primero que sufre si descuida su salud. Esto significa que una dieta sana y equilibrada rica en nutrientes es la mejor estrategia si quiere mantener su cabello en óptimas condiciones. Mantener una alimentación variada proporcionará una buena selección de nutrientes que son esenciales para alimentar el folículo piloso, mejorar la circulación en el cuero cabelludo y proporcionar los elementos básicos para un crecimiento fuerte del cabello. Su plan de nutrición para el cabello saludable debe incluir:
Antioxidantes
Los estudios sugieren que las células del folículo del cuero cabelludo en proceso de calvicie son más susceptibles al estrésoxidativo7, lo que lleva a la caída del cabello si hay escasez de antioxidantes. El cuerpo tiene una amplia gama de nutrientes de defensa que han demostrado contribuir a la protección de las células del estrés oxidativo, incluida la vitamina B2, vitamina C, vitamina E, cobre, manganeso, selenio y zinc. Para asegurarse de que su dieta contenga una amplia gama de antioxidantes diferentes, coma una gama de frutas y verduras de distintos colores todos los días; los antioxidantes dan a los alimentos vegetales sus colores brillantes.
Altrient C es un excelente suplemento de reserva para respaldar su dieta si le resulta difícil obtener suficientes frutas y verduras cada día. La tecnología de liposomas que utiliza Altrient tiene una absorción muy superior en comparación con los suplementos orales estándar, por lo que puede estar seguro de que este importante nutriente de defensa llegará rápidamente a los folículos pilosos.
Vitaminas B
Un cabello sano depende de las vitaminas del complejo B que se encuentran en la carne, los cereales integrales y las verduras de hoja verde. Este importante grupo de vitaminas desempeña funciones esenciales en una amplia gama de funciones celulares, incluida la actuación como coenzimas para la síntesis de ácidos grasos8. Estos son esenciales para la salud y flexibilidad de las membranas celulares, manteniendo el cabello fuerte y lubricado.
Las deficiencias de las vitaminas B, en particular de ácido fólico y biotina, pueden contribuir a la desnutrición de las células del folículo piloso. El folato es importante por su contribución a la síntesis normal de aminoácidos, que es esencial para la creación de la queratina de la que se compone la proteína del cabello. La biotina es otra vitamina B conocida por contribuir al mantenimiento del cabello normal. La evidencia indica que el 38 % de las mujeres que sufren pérdida de cabello tienen una deficiencia de biotina10. La investigación sobre personas que padecen alopecia descubrió que 200 mcg de biotina al día tenían efectos positivos sobre el crecimiento saludable del cabello.
Casi la mitad de la biotina diaria la producen bacterias sanas en el intestino. Los estudios sugieren que personas con una microbiota intestinal comprometida pueden presentar una deficiencia de biotina. Las personas con antecedentes de sensibilidad al gluten son más propensas a la deficiencia de biotina por esta razón. Consumir una dieta rica en fibra ayuda a mantener niveles beneficiosos de microflora en el intestino.
Biotina
Se encuentra en varios alimentos, los plátanos tienen la mayor concentración, pero la mayoría de las legumbres (incluidos los cacahuetes y las lentejas) también son ricas en biotina. Las personas con limitaciones dietéticas o una digestión comprometida pueden beneficiarse de fórmulas liposomales con una buena absorción, como Altrient B, que transporta los nutrientes directamente a las células evitando problemas digestivos complicados.
Cromo
Mantener niveles normales de azúcar en sangre ayuda a controlar el estrés, que puede ser un factor importante en la pérdida de pelo. Se ha demostrado que el picolinato de cromo mejora el control de la glucosa en sangre.
Hierro
Un nivel bajo de hierro provoca a menudo caída de cabello en las mujeres. La insuficiencia de hierro significa que su cuerpo no puede transportar oxígeno a la sangre de manera eficiente y el crecimiento y la reparación de los folículos pilosos se ven afectados. Buenas fuentes de hierro son las carnes rojas, en particular las vísceras, las semillas de calabaza, los mariscos, el tofu, las legumbres, las espinacas y el chocolate negro.
Ácidos grasos esenciales omega 3: son importantes para mantener el cuero cabelludo y el cabello lubricados, flexibles e hidratados. Niveles de omega 3 bajos pueden provocar que el cabello esté seco, quebradizo y apagado. El pescado azul, la carne de vacuno alimentado con pasto, las nueces, las semillas de lino y el aceite de lino prensado en frío son buenas fuentes de omega 3.
Proteína
Es esencial para el crecimiento y la reparación de todos los tejidos corporales, incluido el pelo. El cuerpo necesita proteínas para producir queratina. Una dieta baja en proteínas puede afectar a los tejidos ricos en queratina, lo que contribuye al adelgazamiento y la pérdida del cabello.
Selenio
Desempeña un papel en el ciclo de vida del folículo piloso, lo cual probablemente esté relacionado con su contribución a la función tiroidea normal. La ingesta diaria recomendada de selenio es de 60 mcg para mujeres y 75 mcg para hombres. Las nueces de Brasil contienen alrededor de 70 mcg por nuez, dependiendo de dónde se cultiven. La carne, el pescado y los huevos también contienen altas cantidades de selenio.
Vitamina C
Esta vitamina es fundamental para la producción y el mantenimiento del colágeno, el tejido conectivo que se encuentra dentro de los folículos pilosos. Dado que la vitamina C contribuye a la formación normal de colágeno y a la protección de las células del estrés oxidativo, desempeña un papel clave en la protección de las células del folículo piloso y las células de los vasos sanguíneos cercanos que suministran nutrientes y oxígeno al cuero cabelludo. La vitamina C aumenta la absorción de hierro, que también es vital para el transporte de oxígeno al cuero cabelludo. El brócoli, la col rizada, los pimientos morrones, las fresas y los cítricos son fuentes ricas en vitamina C.
Zinc
Se ha descubierto que los niveles bajos de zinc provocan caída de cabello y un pelo frágil11. Las principales fuentes de zinc en la dieta son la carne y el pescado.
2. Mantenga el equilibrio hormonal bajo control
Restaurar el equilibrio hormonal es un concepto que implica todo el cuerpo y cambios en la ingesta de nutrientes, el estilo de vida y el medioambiente. El primer paso en la dirección correcta hacia niveles hormonales más adecuados es llevar una dieta bien equilibrada. Lo que come puede afectar directamente a la síntesis y secreción de hormonas, por lo que debe elegir alimentos que contribuyan a una función hormonal saludable. La caída del cabello responde muy bien a la terapia nutricional, así que intente incluir:
Proteína magra de buena calidad como pollo, pescado, huevos, frutos secos y semillas.
- Un montón de grasas saludables que se encuentran en el pescado azul, las aceitunas, los cocos, los aguacates, los frutos secos y las semillas.
- Al menos tres raciones de fruta orgánica y de cinco a siete verduras u hortalizas al día. Los alimentos orgánicos se cultivan en un suelo sin carencias de minerales, por lo que son más densos en nutrientes y están menos expuestos a toxinas y sustancias químicas11 que pueden alterar el equilibrio hormonal.
- Mucha fibra: se encuentra en verduras, frutos secos y semillas. La fibra promueve movimientos intestinales regulares y ayuda a expulsar las hormonas usadas del cuerpo, evitando que vuelvan a circular y causen excesos.
- Mucho líquido: dos o tres vasos de agua al día, complementados con infusiones de hierbas o zumo de fruta diluido. Si sus células no obtienen suficiente agua, no pueden funcionar de manera eficiente, lo que puede afectar la desintoxicación de los tejidos y provocar disfunción glandular y desequilibrio hormonal12.
- Evite los alimentos procesados y envasados que están llenos de azúcar, elevan los niveles de glucosa en sangre y como resultado desencadenan en estrés. Asimismo, no tome alcohol ni cafeína, ya que son estimulantes que activan la liberación de adrenalina.
- Los alimentos ricos en fitoestrógenos, como semillas de lino, frutos secos, manzanas, hinojo, apio, alfalfa y perejil desempeñan un papel clave en el equilibrio hormonal. Los fitoestrógenos son compuestos que imitan ligeramente al estrógeno natural y pueden unirse a los receptores de estrógeno. Esto tiene la ventaja de bloquear la absorción de estrógeno si el cuerpo tiene demasiado o de elevar los niveles de estrógeno donde hay muy poco, lo que ayuda a equilibrar los niveles hormonales.
3. Controle el estrés
Desde una perspectiva dietética, el objetivo es controlar las fluctuaciones de azúcar en sangre (que pueden generar hormonas del estrés). Lo ideal es que intente centrarse en una dieta mediterránea con un índice glucémico (IG) bajo, es decir, una dieta rica en verduras, frutas y cereales integrales, que también incluya pescado, frutos secos, semillas y legumbres como fuente de proteínas.
Evite las bebidas estimulantes como el café que pueden elevar los niveles de la hormona del estrés cortisol y sustitúyalas por infusiones de hierbas o una taza de cereal soluble (un sustituto del café sin cafeína). Pruebe técnicas de respiración por la noche para estimular un sueño reparador y encuentre tiempo todos los días para hacer algo de ejercicio.
En primer lugar, gestione sus niveles de estrés evitando situaciones que sepa que son estresantes. Luego use técnicas que se han demostrado que reducen la presión arterial, disminuyen el estrés y crean una sensación de relajación y bienestar, como la meditación, el yoga, la música relajante y los ejercicios de respiración profunda.
Duerma al menos ocho horas en una habitación oscura, apague dispositivos electrónicos, evite bebidas con cafeína a altas horas de la noche, tome un baño caliente con sales de Epsom (el magnesio relaja los músculos), retire la televisión del dormitorio y evite leer también.
4. Ejercicio
El ejercicio es sin lugar a dudas la actividad que más ayuda a combatir el estrés y a estimular el sueño. Moverse más y estar menos tiempo sentados ayuda a mejorar la circulación y la desintoxicación, así como a hacer llegar nutrientes a las hormonas. Numerosos estudios han demostrado que el ejercicio reduce el estrés, mejora el sueño y aumenta las hormonas de la felicidad, lo que a su vez hace que sonría durante más tiempo. Solo necesita treinta minutos de ejercicio al día para disfrutar de sus beneficios antiestrés.
Buscar asesoramiento para la caída del cabello
Hay lociones médicas para el cabello que han demostrado ser efectivas para la caída del cabello, pero primero debe consultar a su médico de cabecera antes de comenzar con cualquier medicamento o tratamiento para la alopecia. Si sufre pérdida de cabello y le está afectando significativamente a su calidad de vida, puede ser útil hablar con otras personas que tienen alopecia. Puede encontrar un grupo de apoyo para la alopecia en: https://www.alopecia.org.uk/Pages/Category/find-a-support-group?Take=10.
Si desea tratar su condición de forma natural, pero necesita un asesoramiento dietético más individualizado, puede encontrar un terapeuta nutricional cualificado o un naturópata en: https://bant.org.uk/
Jacqueline Newson, licenciada (con honores) en Terapia Nutricional
REFERENCIAS
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