¿El déficit nutricional puede provocar pérdida de cabello?
Crecimiento del cabello
El ciclo de vida natural del cabello comprende tres fases principales: el de crecimiento, el de transición y el de caída, pero este proceso se ralentiza a medida que envejecemos. El cabello está hecho de una proteína llamada queratina, compuesta por células muy similares a las que se encuentran en la piel. Los capilares sanguíneos que rodean los folículos pilosos suministran los nutrientes necesarios para el crecimiento del cabello y, a menos que este proceso se refuerce adecuadamente, el crecimiento del cabello puede verse afectado en gran medida. Se cree que la pérdida de cabello es el resultado del envejecimiento, la predisposición genética, el desequilibrio de la tiroides, los hábitos alimenticios, el desequilibrio hormonal y, por supuesto, el estrés.
La caída de cabello se trata probablemente de una de las cuestiones principales que más preocupan a los hombres en lo relativo al cabello, pero las mujeres también pueden verse afectadas. La pérdida de cabello, conocida como alopecia, puede ocurrir después de una enfermedad o como efecto secundario de un fármaco, en particular la quimioterapia, y de otros factores como la anemia, las infecciones, los problemas hormonales y conmociones o estrés prolongado.
1. Equilibrio hormonal
La disminución del cabello podría ser síntoma de un problema subyacente relacionado con un posible desequilibrio hormonal, que afecta al estado y crecimiento del cabello. La pérdida de cabello en las mujeres suele estar relacionada con los cambios hormonales, la menopausia es la que habitualmente tiene el mayor impacto. El cabello tiende a disminuir con la edad y la caída de los niveles de estrógeno en las mujeres y de la testosterona en los hombres suele afectar los folículos pilosos, lo que causa una disminución de leve a grave.
En la calvicie masculina, el proceso es gradual, y comienza por lo general con la presencia de entradas o una disminución del cabello en la corona. Se cree que uno de los factores que contribuyen a ello son los altos niveles de dihidrotestosterona (DHT), una forma de testosterona producida por la enzima 5-alfa reductasa. En algunos hombres, los folículos pilosos son hipersensibles a la DHT, lo que crea una disminución gradual del tallo del pelo y un efecto de contracción de los folículos pilosos.
2. Estrés y circulación sanguínea
El tabaco y el estrés pueden tener un gran impacto en el crecimiento y el estado del cabello. La alopecia areata suele estar asociada al estrés o a un traumatismo y da lugar a la pérdida repentina (y normalmente temporal) de parches de cabello, pero en ocasiones puede incluso desembocar en la pérdida total del cabello. Durante un período de estrés prolongado, la circulación sanguínea del cuero cabelludo puede verse restringida, lo que podría tener como consecuencia una posible desnutrición de la raíz del cabello y una tendencia a la caída del mismo. Es importante hallar la forma de reducir el estrés. Además, masajear el cuero cabelludo y hacer más ejercicio también pueden mejorar la circulación sanguínea en el cuero cabelludo.
La vitamina C ayuda a las células frente el estrés oxidativo, que a menudo se agrava en momentos de estrés o en fumadores. Añadir a la dieta alimentos ricos en vitamina C, como frutas y verduras de todo tipo, como bayas, pimiento dulce, cítricos y verduras de hoja verde oscura, puede ayudar a proteger las células del cuerpo del estrés oxidativo. La vitamina C es un nutriente esencial para la producción de colágeno, que es importante para la salud normal de las paredes capilares que suministran sangre a los folículos pilosos, por lo que también se recomiendan los suplementos liposomales de vitamina C.
3. Dieta y déficit nutricional
En la actualidad se considera que una dieta saludable, baja en grasas saturadas y con mucha fibra de frutas frescas, vegetales y granos enteros, puede inhibir la pérdida de cabello relacionada con la edad. Los nutrientes clave que ayudan a mantener un buen estado del cabello y un crecimiento normal del mismo incluyen la biotina, el selenio y el cinc. Pero además, los investigadores también destacan otros nutrientes importantes para la salud del cabello...
Hierro: La deficiencia de hierro (baja ferritina sérica que refleja las reservas de hierro en lugar de los niveles de hierro en la sangre) es un factor nutricional común que contribuye a la pérdida de cabello. Las carnes rojas, las carnes blancas y el pescado son una excelente fuente de hierro, pero con las nuevas tendencias hacia las dietas vegetarianas o veganas muchos no consiguen obtener suficiente hierro de ella. Los alimentos vegetales como las lentejas, las judías y las espinacas contienen hierro y la vitamina C ayuda a absorberlo. El bajo nivel de hierro también puede ser importante para las mujeres que sufren de períodos menstruales abundantes o prolongados, por lo que es un factor que afecta a las mujeres con pérdida de cabello.
Tomar al mismo tiempo suplementos de hierro y de vitamina C de buena calidad, como el Altrient C, puede ser una estrategia útil para los veganos y las mujeres en edad de menstruar. Curiosamente, los estudios muestran que cuando se combina el hierro con un aminoácido llamado lisina, las mujeres tienen más probabilidades de alcanzar los niveles de ferritina deseados y de ver resultados positivos en cuanto al volumen del cabello.
Vitaminas B: Los cereales, granos, nueces, semillas y legumbres son buenas fuentes de las vitaminas B que ayudan a crear resistencia al estrés. Se sabe que una vitamina B, llamada biotina, contribuye al mantenimiento del cabello normal. El complejo liposomal Altrient B contiene biotina junto con toda la familia de vitaminas B, que también favorecen la producción de energía, el rendimiento mental y el estado de ánimo. Esta fórmula también contiene cinc y selenio, que contribuyen al mantenimiento del cabello normal.
Cambiar la dieta y complementarla con los remedios naturales mencionados puede ayudar a retrasar la caída del cabello, pero el estilo de vida también es importante. Dejar de fumar, hacer más ejercicio y encontrar formas de aliviar el estrés es una parte esencial para mantener el cabello.
Bibliografía
- Schmitt, J. V., Ribeiro, C. F., Souza, F. H. D. M. D., Siqueira, E. B. D., & Bebber, F. R. L. (2012). Hair loss perception and symptoms of depression in female outpatients attending a general dermatology clinic. Anais brasileiros de dermatologia, 87(3), 412-417. http://www.scielo.br/scielo.php?pid=S0365-05962012000300010&script=sci_arttext&tlng=es Consultado el 17/05/19
- Hu, H. M., Zhang, S. B., Lei, X. H., Deng, Z. L., Guo, W. X., Qiu, Z. F., ... & Duan, E. K. (2012). Estrogen leads to reversible hair cycle retardation through inducing premature catagen and maintaining telogen. PloS one, 7(7), e40124. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3390338/ Consultado el 17/05/19
- - Moeinvaziri, M., Mansoori, P., Holakooee, K., Safaee Naraghi, Z., & Abbasi, A. (2009). Iron status in diffuse telogen hair loss among women. Acta Dermatovenerologica Croatica, 17(4), 0-0. file:///C:/Users/Kelly/AppData/Local/Packages/Microsoft.MicrosoftEdge_8wekyb3d8bbwe/TempState/Downloads/ADC_2009_475%20(1).PDF Consultado el 17/05/19
- Le Floc'h, C., Cheniti, A., Connétable, S., Piccardi, N., Vincenzi, C., & Tosti, A. (2015). Effect of a nutritional supplement on hair loss in women. Journal of cosmetic dermatology, 14(1), 76-82. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/jocd.12127 Consultado el 17/05/19
- - Banihashemi, M., Nahidi, Y., Meibodi, N. T., Jarahi, L., & Dolatkhah, M. (2016). Serum vitamin D3 level in patients with female pattern hair loss. International journal of trichology, 8(3), 116. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5007917/ Consultado el 17/05/19